En la noche de Reyes, en mi familia hay costumbre de reunirnos padres y hermanos, sin olvidar los sobrinos claro, y cenar. Después del cava vienen los dulces de Navidad y por supuesto, el roscón de reyes. Tras este ritual, mágicamente aparecen los regalos para niños y adultos que unos Reyes tempraneros se han encargado de dejar en un lugar determinado (cada año uno distinto, por cierto)
Es una noche fantástica, llena de magia e ilusión, pero empieza mucho antes, cuando llegan SSMM los Reyes Magos a Valencia, desembarcan en el puerto y pasean en cabalgata por las calles más significativas de la ciudad deleitando a niños y mayores.
Cuando era pequeña mis padres nunca nos llevaban a verla porque siempre había muchas aglomeraciones de gente y ésto no les gustaba nada (ahora les comprendo porque tenían nada menos que cinco hijos y además de los típicos agobios, al juntarse tanta gente, también existía la posibilidad de perder algún niño por el camino).
Hoy en día, ésto no pasa porque prácticamente en todos los barrios y pueblos de alrededor se organizan cabalgatas muy buenas, así que toda la gente queda como más repartida.
Éste año, ha sido mi hermana Rosa, la encargada de llevar a los niños de cabalgata mientras los demás preparábamos la cena. En mi caso hice una tarta con frutos secos y manzana decorada con merengue italiano que nos gusta a toda la familia. Por cierto, la receta del merengue es del maestro pastelero Paco Torreblanca, casi nada ;)
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