Este encargo me ha llegado de una forma inesperada, como casi siempre, pero la verdad es que ha provocado en mí, una ternura y sensibilidad especial.
Es una tarta de boda, pero de una boda muy emotiva, la de Amparín y Salvador que hace 50 años que se casaron y tienen la suerte de poder celebrarlo en compañía de toda su família.
Así que ha sido un gran honor para mí, poder hacer esta tarta, la cual me ha emocionado especialmente.
La decoración con cisnes, se debe a que al señor Salvador, le encantan las aves, desde siempre, incluso cría pájaros en su casa, así que su hija enseguida tuvo claro que algún pajarito debía aparecer en su tarta.
Y qué mejor pareja de aves puede representar el amor verdadero y duradero como el de este matrimonio.... Pues los cisnes, que se han vestido elegantemente para la ocasión.
Enhorabuena!!! Y que sea por muchos años más!!!
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